jueves, septiembre 21, 2006

En Venta

Sí, puede que esto sea el final de este blog. O puede que no. Mi Vespa está circulando sus últimos días bajo mis puños pero no me voy a bajar de una Vespa, sólo la voy a cambiar por otra más nueva. Y no porque mi querida GT presente síntomas de enfermedad o porque me haya defraudado. Nada más lejos de la realidad. De hecho, no estoy nada convencido de la decisión que acabo de tomar, que sólo responde a un impulso, a un flechazo, a un enamoramiento repentino que quizá tenga consecuencias nefastas.
¿Cuántos cuarentones se han enamorado de jovencitas y por correr a su lado han dejado todo? Hasta un amor consolidado y fiable... Pues ese es mi caso. He visto pasar la nueva GTS y al enamorarme de su lozanía, abandono mi fiel compañera.
En mi descargo debo decir que los kilómetros no pasan en balde. Que a diario recorro más de cincuenta kilómetros con Mi Vespa y que, aunque ahora se encuentra perfectamente, a ese ritmo pronto presentaría achaques y que por eso prefiero que ahora, que aún es joven, pase a otras manos que la vayan a tratar mejor que las mías.
Hemos pasado tantas aventuras juntos que representa más que una simple máquina. Como habréis podido leer en estas páginas, es una compañera y por eso no quiero que vaya muy lejos. Intento que se la quede algún amigo o conocido. Alguien que sepa que se lleva un motor con alma pero aún nadie se ha interesado por ella y empiezo a pensar que voy a tener que quedarme con dos Vespas aunque no se si serían capaces de convivir en el mismo parking.
Por eso te invito a ti, que lees esto habitualmente y ya conoces a Mi Vespa como si fuera tuya, a que la conduzcas todos los días. Te aseguro que no te arrepentirás.
El blog quizá siga con las aventuras de la GTS ¡roja! o quizá no. Pero aún queda por contar toda la aventura de la venta y, eso es otra historia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡No me lo puedo creer!. Hace una semana que el propietario de este blog nos anuncia que abandona su Vespa porque ha visto pasar otra más joven y todavía nadie le ha escrito amenazándole de muerte si sigue adelante con su insensata decisión. Ya no hay sentimientos.

¿Cómo puedes ser tan insensible?. Tu Vespa, es Tu Vespa y no se cambia porque veas pasar otra más joven y lozana.

Si todos/as hiciésemos así, los matrimonios durarían aún menos de lo poco que ya duran.

No obstante, si tu insensata decisión es irrevocable, dinos al menos cuanto pides por ella, quizás alguien se anime a cuidarla el resto de sus días. Yo desde luego, lo haré encantado, además vivo lo suficientemente lejos de tí, como para que Tu Vespa no tenga que sufrir la vergüenza de que la visites después de haberla abandonado.

Fernando dijo...

No creas que soy insensible, correcaminos. No es una decisión fácil y, a pesar de que la nueva ya viene camino de Italia, aún me lo pienso cada mañana cuando subo a Mi Querida Vespa. Tanto que no descarto quedarme con las dos (aunque el dinero no me sobra). Si de verdad estás interesado en quedarte con ella escríbeme (elfer_nan@yahoo.es) y hablamos. Nadie conoce a Mi Vespa mejor que tú y el resto de lectores de estas páginas y sabéis que, quien se la lleve, se lleva una joya. También sabes que no lo digo porque la quiera vender.
En cualquier caso, muchas gracias por leer esto y por opinar.
Un abrazo

Anónimo dijo...

www.scmadrid.com