martes, julio 06, 2004

Tradición y modernidad

Así es mi CheKa, con bauleto y todo
Eso de la nostalgia y el recuerdo está muy bien pero digo yo que mejor están los frenos de disco, el cambio automático y el motor de cuatro tiempos. Que uno puede tener gustos rancios pero no es tonto. Por eso a la hora de elegir un modelo me decidí por la más nuevecita de todas, que tiene como un regusto a clásica pero con todo lo que tiene que tener una moto moderna. Vale, lo sé, ahora vendrán los puristas y me dirán que si esto y que si lo otro pero digo yo que si nos ponemos en plan clásico tendríamos que conducir aún el primer modelo que salió y tampoco es eso ¿no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajaja...
Bueno, soy el del comentario soso de tu apartado "música". No puedo evitar responderte algo a eso de las motos de "plan clásico". Como decía, tengo una de 1968, he llevado la nueva 250... y la verdad, ni punto de comparación. El cambio de marchas, que parece que sea el acompañamiento musical de tu estado de ánimo cuando te subes a la vespa... marchas forzadas, de primera a la cuarta... cambios suaves disfrutando del paisaje... el ruido seco y familiar de la primera entrando en los semáforos... calar la moto cuando quieres, si vas por la albufera, para escuchar mejor los pájaros... y arrancarla de nuevo antes de que llegue a detenerse... y ese freno con el pie derecho, que evita que se te aburran las piernas, y bueno, qué decir del ronroneo de un motor antiguo... he llegado a estar parado en un semáforo y ver como los conductores de los coches de alrededor cantaban... vespapapapapapapaaaa
jajaja
Pásate a lo auténtico, Vintage, porque no necesitamos estas décadas de "evolución"... jajaj